La producción de las possessions estaba orientada al autoabastecimiento y a la comercialización de los productos excedentes hacia los mercados locales, la capital o los mercados ubicados fuera de Mallorca. Estos productos eran unos u otros en función de las condiciones del territorio en que se situaba cada possessió. Así, mientras en las possessions de la Serra de Tramuntana encontramos grandes olivos, en las possessions de las zonas llanas de la isla predominaban los grandes viñedos y amplias extensiones para el cultivo de cereales.
- La producción de aceite: la aceituna era (y es) el cultivo por excelencia de las possessions de la Serra de Tramuntana. Esto era posible gracias a la construcción de bancales de piedra, que creaban pequeñas terrazas que se usaban como zonas de cultivo. A principios del otoño se iniciaba la recogida de la aceituna. Las mujeres se encargaban de las que ya estaban en el suelo que rodeaba los olivos mientras que los hombres batían sus ramas provocando la caída de las que aún estaban en el árbol. La elaboración del aceite se desarrollaba en las tafonas (almazaras) la mayoría de las cuales respondían a un patrón arquitectónico similar siendo sus principales componentes la biga, la espiga, el quintal, los esportins y la caldera.
- La producción de cereales: la tierra se labraba después de la fiesta de la Mare de Déu d’agost. La siembra coincidía con la fiesta de Todos los Santos y a finales de primavera llegaba la época de la siega. Después comenzaba la tarea de batre, que consistía en triturar las espigas mediante una pieza de piedra llamada carretó que, tirada por un animal, rodaba sobre ellas separando la paja del grano. Después venían las tareas de ventar y erar, que consistían en lanzar al aire las espigas molidas para que el viento se llevara la paja mientras que el grano volvía a caer en la era pasándolo después por una criba para separar los restos de paja antes de llevar el cereal al molino de la possessió para transformarlo.
- La producción de vino: la viña era un elemento muy importante en la economía de las possessions de Binissalem, Manacor, Felanitx y Porreres. A final de verano empezaba la verema (vendimia). Las mujeres y los jóvenes recogían la uva con la ayuda de un trinxet, depositándolas en las coves, que una vez llenas eran transportadas por los traginers para su vaciado en las portadores. Los cimalers las llevaban al carro y las vaciaban en el cubell. Finalmente se llevaba a la possessió y la uva se depositaba en el cup, lugar en el que se iniciaba el proceso de transformación en vino. La vendimia acababa en una fiesta, con bailes, xeremies y ximbombes en los que se bailaba la llamada danza de las vendimiadoras.
- La producción de almendras: las almendras se recogían al llegar el verano. La jornada comenzaba al amanecer. Los hombres y los jóvenes se subían al almendro y, con la ayuda de cañas y palos, sacudían las ramas provocando que las almendras cayeran sobre los lienzos de tela colocados en el suelo que rodeaba al árbol. Las mujeres, las chicas y las personas mayores recogían las que caían fuera colocándolas en un paner. Una vez en la possessió despojaban las almendras de su cáscara y las extendían en los porches dejándolas secar. Una vez secas se extraía el fruto. Con la almendra se hacía turrón, tortas, gató, aceite y leche de almendra, almendras garrapiñadas y muchos otros productos.
- La cría de ovejas: las ovejas eran animales habituales en la mayoría de possessions, valoradas por su carne, lana y también por su leche. El pastor se encargaba de hacerlas pastar cuidando que no escapara ninguna ayudándose de un Ca de Bestiar, especie autóctona de Mallorca con unas cualidades excepcionales para este tipo de trabajo. El pastor dirigía los rebaños de un campo a otro aprovechando la hierba y las hojas de los árboles. Las ovejas solían llevar un cencerro que servía para localizarlas si se extraviaban. Durante el verano se sacaban a pastar por la tarde y durante las horas de sol se encerraban en los sestadors, unas construcciones que servían para que descansaran a la sombra.
- La producción de carbón: al llegar San José los carboneros y sus familias subían a la montaña para hacer carbón. Contrataban un ranxo y en el montaban la sitja, un trozo de tierra circular, empedrado y cubierto de tierra arcillosa, dentro del que formaban un círculo más pequeño hecho con piedras con pequeñas aberturas entre ellas, para que entrara el aire y facilitara la combustión. En el centro se extendían troncos gruesos de encina marcando el ojo de la sitja que hacía las veces de chimenea. Encima se ponían troncos más finos, en pie y de forma concéntrica, se tapaba todo con ramas de encina o con carrizo y encima se extendía una capa de tierra compactada. Finalmente el ojo de la sitja se llenaba con trocitos de leña y se le pegaba fuego echando brasas incandescentes. La boca de la chimenea se tapaba con una plancha de hierro para que la leña quemara poco a poco durante dos o tres semanas y tras dejarla enfriar se sacaba el carbón.
Textos extractados del libro VIDA I COSTUMS A LA POSSESSIÓ MALLORQUINA de Bartomeu Vilanova, Mateu Cerdà y Antoni Martorell (El Gall editor)